Una empresa con cultura de marca es aquella que pone su propuesta de valor en el centro de todas las decisiones estratégicas. Toda su comunicación, interna o externa, se centra en transpirar la esencia de lo que la marca representa en sí misma, especialmente para sus usuarios y consumidores.
La cultura de marca nace de su definición estratégica
La cultura de marca nace del propósito de la marca y de una propuesta de valor centrada en hacer una promesa clara e inequívoca, basada en resolver un problema o una necesidad a sus clientes y usuarios. Lo que realmente desean y hará que elijan nuestra marca de entre todas las que tienen a su alcance.
Las empresas que consideran sus marcas como un activo estratégico, implementan su cultura de marca en todas sus actividades a través de un posicionamiento estratégico de marca.
Personas, formación y responsabilidades
Los primeros embajadores de la marca son los empleados, por eso, es fundamental que el equipo colabore en el proceso de elaboración del posicionamiento estratégico de marca, conozca y participe activamente en los procesos de comunicación de marca.
Desde el equipo directivo se debe fomentar la formación y difusión de la cultura de marca en todos los niveles de la organización, dar responsabilidades para que todos cuiden que la identidad, el branding, la esencia. De este modo nos aseguramos que el propósito de la marca se cumpla y transmita al mercado en la mejor de las condiciones.
El activo de la innovación
La innovación es uno de los principales ejes diferenciales de cualquier marca, incluso en empresas tradicionales. Es fundamental que estos factores diferenciadores que nos aporta ser innovadores se muestren como ventajas, formen parte de los valores y propósito de la marca y se comuniquen acertadamente.
Cómo implementar la cultura de marca
Nuestro plan de activación de marca o nuestro plan de comunicación, deben prever de qué modo se fomentará la cultura de empresa y el branding en su plan de acciones.
Nuestra cultura de marca debe emitirse a través del tono de comunicación, en los mensajes técnicos / formales y especialmente en aquellos que crean vínculos emocionales con nuestra audiencia. En la experiencia de marca, (en el uso o consumo de esta), en cada oportunidad de mostrarnos tenemos que ser una experiencia favorable, pero sobre todo impregnada de la cultura de la marca y de forma coherente con el posicionamiento estratégico de marca.
En conclusión
Cualquier empresa que valore la importancia que tiene la cultura marca en su organización, sabe que es fundamental disponer de un posicionamiento estratégico para definir su propósito como marca, diferenciarse, crecer y consolidarse a largo plazo.
Sin duda, disponer de un posicionamiento estratégico que fomente la cultura de la compañía a través de un plan de comunicación, es la mejor forma de aumentar su valor, relevancia y credibilidad en el mercado a medio y largo plazo.